sábado, 22 de diciembre de 2018

Pequeños techos para grandes decorados.

Una de las técnicas de efectos especiales mas utilizadas en los años cuarenta y cincuenta, cuando casi todos los decorados se construían en platós de cine y apenas se rodaba en localizaciones reales, era la de las maquetas corpóreas para completar decorados.  Hablando de interiores, generalmente de  grandes salones, los decorados se solían construir hasta una altura aproximada de tres metros.  Por encima de ellos estaban las luces y focos que iluminaban  dichas estancias.   Estos grandes decorados, se construían sin techo, y si ocurría que el director quería un plano general, se necesitaba tapar  los focos  que aparecían tras los decorados y el techo del estudio. Para ello, se utilizaba muy  a menudo  uno de los trucos ópticos mas viejos del cine, la falsa perspectiva.

En este  caso  se trataba de colocar un techo corpóreo  construido a escala reducida, o pintado en cristal cerca de la cámara, encajado con el decorado. De esta forma, mirando por el visor se veía el techo  en miniatura   encajado y completando el decorado.  Este truco  era muy habitual y conocido por la mayoría de los directores artístico del cine español de aquellos años. Hoy en día, olvidado y reemplazado por los efectos digitales, pocos decoradores debe haber que conozcan este truco y menos aún los que lo hayan usado, a no ser que estemos hablando de los más veteranos.

Aunque la mayoría de los decoradores  de  cine  español en los años cuarenta usaban esta técnica, hoy vamos a repasar algunos ejemplos de maquetas para techos de interior en películas de uno de los más grandes directores de arte en el cine español, Enrique Alarcón

Alarcón fue un especialista en este tipo de efectos de falsa perspectiva.  Comenzó a usarlos  a principios de los años cuarenta con maquetas corpóreas, tras haber trabajado como ayudante de Pierre Schild, un decorador ruso-francés que introdujo en España estos efectos con maquetas para completar decorados.


Maqueta corpórea de la parte superior del decorado y techo interior. Diseño de Alarcón y  construido por Enrique Bronchalo  para  la película  Huella de luz (1943) rodada en los estudios Trilla- Orfea de Barcelona.



La comedia Deliciosamente tontos (1943)  se rodó con el mismo equipo, en los estudios Trilla-Orfea, con Alarcón diseñando y Bronchalo como jefe de construcción. Se utilizaron varias maquetas corpóreas de techos de varios decorados de interior.




Un detalle que solía utilizar Enrique Alarcón, era incluir una lámpara de araña en miniatura colgando del techo maqueta para dar más realismo al plano. 



Para La princesa de los Ursinos (1947) esta vez rodada en los estudios Sevilla Films de Madrid, Bronchalo contó con Francisco Prósper como ayudante en la construcción de decorados y maquetas, bajo la supervisión de  Alarcón.





En la película de temática  bíblica El beso de Judas (1953), Enrique Alarcón trabajó con otro de los grandes de la construcción, Francisco Asensio, y que sería su constructor habitual en la mayoría de películas de los siguientes años. Se construyeron maquetas de techos que completaban decorados como el del salon de Poncio Pilato.



Alarcón en el decorado mientras los escayolistas terminan de ajustar el capitel en la columna.


Pero Alarcón llevó su  magistral habilidad con las maquetas a límites insospechados.
Creó todo un escenario en miniatura en el que solamente una pequeña porción de suelo y fondo eran reales. El actor caminaba en línea recta hacia la cámara y se detenía arrodillándose. Todo cuanto se ve alrededor era una maqueta detallada perfectamente encajada.


Continuando con las películas de reconstrucción histórica, Alarcón se enfrentó a la tarea de reconstruir el salón del trono del Palacio Real para la película Donde vas Alfonso XII (1958) Suelo y paredes se construyeron en los estudios CEA en Madrid. En esta ocasión la maqueta del techo construida por Asensio, la pintó uno de sus ayudantes, Antonio de Miguel, que era un excelente pintor de forillos y bajo la dirección de Alarcón realizo varios trabajos de maquetas pintadas en cristal.  El resultado final de la escenografía de la película fue tan realista que un critico escribió en  su nota para prensa que el decorador jefe no debió haberse agobiado demasiado ya que se ve claramente que lo habían rodado en el Palacio Real.



Para la continuación de dicha película unos años después Donde vas triste de ti (1960) de nuevo Alarcón con Francisco Asensio usaron una maqueta corpórea para el techo de un salón de baile que Antonio de Miguel se encargó de pintar.


Un último ejemplo en la película La mujer perdida (1966)  una vez más en los estudios CEA con Asensio en la construcción y Antonio de Miguel pintando la maqueta del techo de otro  gran salón.






Ejemplos de estos trucos hay muchos,especialmente en las películas de los años cuarenta y  cincuenta. La técnica de las maquetas encajadas se ha mantenido en uso hasta hace un par de décadas. Con la llegada de los efectos por ordenador estos trucajes han caído casi en el olvido.  
Yo que soy un gran fan de esta técnica he  creado un grupo de Facebook para mostrar y compartir fotos. Por si alguien está interesado solo tiene que buscar en Facebook  " Hanging and Foreground Miniatures" que es nombre con el que se conoce a esta técnica en ingles.