domingo, 10 de junio de 2018

Feroz(1984) Posiblemente, el primer animatronic español.


Hoy toca hablar de animatronics.  ¿Y qué es eso? Hoy en día es una palabra de uso frecuente en el medio cinematográfico, especialmente en los efectos especiales de maquillaje. Animatronica es la técnica mediante la cual se simulan los movimiento naturales del ser humano o de otros animales, por medios mecánicos o electrónicos. En cierta forma un animatronic es un robot creado para realizar movimientos específicos y crear una ilusión de realidad.  Su uso es bastante generalizado en los efectos especiales para cine y en la creación de figuras para parques temáticos, museos etc.
Ya en el cine mudo se usaron algunos monstruos y criaturas manipuladas por mecanismos rudimentarios, como el dragón de "Los Nibelungos" ( 1922, Fritz Lang)  

Para la versión de 1933 de "King Kong", aparte de los maravillosos efectos de animación stopmotion de Willis O´Brien, se construyeron la cabeza y mano a tamaño real de Kong, con mecanismos que le daban vida y expresión. 

Los hermanos Marcel y Víctor Delgado trabajando en la mano mecánica del King Kong de 1933.

Ejemplos en el cine americano hay muchos, desde el pulpo gigante de "20.000 leguas de viaje submarino" (Richard Fleischer, 1954) 



Hasta el" King Kong" de  John Gullermin en 1976. Mano mecánica del King Kong de 1976.


Y como no, el impresionante T. Rex de "Parque Jurasico" (Steven Spielberg, 1993) Hoy en día la técnica del animatronic sigue evolucionando con increíbles resultados.


 Pero vamos a los animatronics en el cine español. Si, ciertamente hay pocos, pero hoy vamos a ver uno de los primeros.  
Buscar cual fue el primer animatronic del cine español se me antoja realmente difícil aunque quizás algún día con más tiempo intente hacer una búsqueda en profundidad.  Así recordando por encima, no se me ocurre nada reseñable anterior a los años setenta.  Animatronic es generalmente sinónimo de criatura fantástica o monstruo. Con lo cual hay pocos ejemplos en el cine español y  casi nada anterior a los años ochenta.  Me viene a la memoria  ahora la película de Juan Piquer Simón "Viaje al centro de la Tierra" (1977) en la que aparecen algunos monstruos y dinosaurios, aparte de un gorila gigante. Esas criaturas estaban manipuladas a mano y con varillas.  Se crearon bajo la supervisión de Francisco Prosper, pero  no creo que puedan considerarse animatronics.

Probablemente la primera vez que se vieron estos efectos en el cine español fue con la superproducción americana Conan (John Millius, 1982) rodada íntegramente es España. El técnico inglés Nick Allder supervisó la construcción de una serpiente gigante , y el técnico italiano Carlo de Marchis creó varios animatronics  de tamaño menor para cabezas falsas, un buitre,  y la serpiente en la que se transforma Thulsa Doom.

Nick Allder con  los mecanismo de la serpiente gigante. 

Carlo de Marchis en el rodaje del animatronic de la serpiente tras la transformación. 


El maquillador José Antonio Sánchez  era el jefe del departamento de maquillaje en esa película y de seguro  tuvo oportunidad  de observar cómo funcionaban los animatronics de Carlo de Marchis. 
José Antonio Sanchez maquillando a  Arnold Schwarzenegger. 


Poco después  le llegaría el encargo de crear el que probablemente sea el primer animatronic del cine español.  Y no fue para una película de género fantástico ni de terror. nada de eso, el productor Elías Querejeta le preguntó si era posible hacer un oso realista para la siguiente película de Emilio Gutiérrez Aragón. Sánchez que durante esos últimos años había  trabajado en equipo con el maquillador Ramón de Diego,  contacto con él y vieron la posibilidad de hacer el oso. 

La película  se titularía "Feroz" (Emilio Gutiérrez Aragón, 1984) El productor Querejeta  les pidió que  empezasen a trabajar para ver si lo del oso podía funcionar. Si la cosa no prosperaba, la produccion  se cancelaba.  La película narra la historia de un joven convertido en oso y de cómo debe ser educado, o más bien adiestrado por un psicólogo  interpretado por Fernando Fernán Gómez. Evidentemente  se trataba de un actor (Javier García) con un disfraz de oso. El problema era  la cabeza  y ahí es donde Sánchez y de Diego crearon el animatronic con movimiento en la mandíbula, el hocico  y las orejas.





José Antonio Sánchez y Ramón de Diego se pasaron varias semanas con el animatronic de la cabeza hasta que al final consiguieron un resultado bastante realista. Funcionaba con servos manejado a control remoto y un esqueleto interior articulado que en realidad era un cráneo de oso al que habían hecho unos orificios para aligerarlo y al que habían acoplado unos mecanismos para articularlo. Usaron una piel de oso real, que ajustaron al cráneo y confeccionaron un traje para el actor.  Para sujetar la mandíbula se construyó una estructura de poliéster y fibra de vidrio a forma de esqueleto que  se unió a la mandíbula del oso.

 Fotos cedidas por  de Ramón de Diego  para el libro "Los alquimistas del séptimo arte".




Los ojos eran los del actor. Y quizás aquí reside el principal problema, ya que resultan demasiado juntos para la enorme envergadura de la cabeza del oso, restándole verosimilitud.  Los ojos de un oso deberían estar más separados y menos frontales. Dejando aparte los  inevitables inconvenientes causados por la necesidad de adaptar un oso real a las medidas de una cabeza humana, el resultado es perfectamente creíble y muy logrado, sobre todo teniendo en cuenta que es algo que nunca antes habían hecho ni Ramón de Diego ni José Antonio Sánchez.

Ramón de Diego con el oso. 




José Antonio nos contó que para ver si era suficientemente realista, hicieron de nuevo una prueba de lo más sencillo, salieron del taller con el disfraz a la calle  y al ver la reacción de pánico de la gente supieron que habían hecho un buen trabajo. Querejeta quedó convencido, la película se rodó y el oso mecanizado hizo su trabajo.


En los años ochenta se realizaron algunos (pocos) trabajos más con animatronics en el cine español.  En gran parte realizados por técnicos extranjeros residentes en España como el ya mencionado Carlo de Marchis en películas como "Leviatán/Monster dog" ( Claudio fragoso, 1984) o "Slugs"( Juan Piquer, 1988) o el británico Colín Arthur en "La grieta" (Juan Piquer, 1989) En los noventa comenzaron a aparecer una nueva ornada de técnicos de efectos de maquillaje que empezarían a atreverse a hacer sus primeros animatronics ( Amador Rehak, Poli Cantero, David Martí, Tato Pons, etc.)

 Durante las últimas décadas han aparecido nuevos nombres que han perfeccionado sus habilidades en producciones nacionales y extranjeras.  los animatronics,. como cualquier otro oficio se perfecciona con la práctica y aunque tenemos técnicos de gran talento, por desgracia no tienen las suficientes oportunidades  como para llegar a los niveles de perfección de las producciones americanas o británicas. Aunque cuando hay medios, el resultado es completamente asombroso como en "Un monstruo viene a verme" (2016, J. A. Bayona) en la que Xavier Bastida y Javier Coronilla crearon un magnífico animatronic para la empresa DDT ( David Martí y Montse Ribé) Aunque es cierto que en  la mayor parte de los planos, lo que  vemos es  al gigante generado por ordenador.

Rodaje del  gigante mecánico de Un monstruo viene a verme (2016)