5º capítulo. La producción española durante los 60 y 70. Cine fantástico y de terror español.
A la par que se
rodaban las películas extranjeras, en nuestra cinematografía se desarrolló una
intensa producción en todo tipo de géneros. De esta forma, independientemente
de los equipos que formaron los técnicos extranjeros como ya hemos visto en
anteriores capítulos, aparecieron los primeros profesionales dedicados
exclusivamente a los efectos especiales, independientes del departamento de
arte. Entre los primeros estaban, Antonio
Molina, o Manuel Baquero,
que montaron los primeros talleres de efectos especiales.
La comedia y el
drama, eran los géneros más destacados y también los más respetados, con
directores como Luis García Berlanga, Juan Antonio Bardem, Antonio Nieves
Conde, Carlos Saura, Pero Olea y otros que fueron apareciendo en estas décadas
para dar paso a un cine diferente, mas realista y comprometido con los nuevos
cambios sociales que poco a poco se iban introduciendo en nuestro país.
En estas
películas, que generalmente buscaban el realismo, los técnicos de efectos
trabajan para conseguir el efecto perfecto o efecto invisible, aquel que nos
resulta tan real que no se nota. Tormentas falsas, cristales rotos, niebla,
decorados que son maqueta, fuegos controlados o trenes que no se mueven aunque
el paisaje pasa tras las ventanillas, son algunos ejemplos.
Un ejemplo de uso
de maquetas es el extraordinario trabajo que hizo Enrique Alarcón en "Cotolay"
1965 de José Antonio Nieves Conde, para la que realizó una maqueta corpórea de la antigua catedral de Santiago que
encajaban perfectamente en los decorados reales. Todo ello rodado en exteriores.
Diseño de Enrique Alarcón y a su lado, la maqueta de la catedral.
Diseño de Enrique Alarcón y a su lado, la maqueta de la catedral.
Las adaptaciones
literarias, especialmente de obras de estilo costumbrista, fueron muy
habituales y un ejemplo de ello podría ser Tristana (1970) de Luís Buñuel. Una
película con efectos especiales de Antonio Molina entre los que destacan una
copiosa y realista nevada o la cabeza falsa de Fernando Rey creada por Julián Ruiz.
Foto del parte de
equipo de maquillaje. De izquierda a derecha: Miguel Sese, ayudante de Julián,
Catherine Deneuve, Mari Nieves Ruiz ayudante de peluquería y maquillaje, la
secretaria de Catherine Deneuve y Julián Ruiz.
La imagen a color muestra la
replica de la cabeza cortada de Fernando Rey.
Aunque la mayoría
de los directores más respetados, se
inclinaban por un cine de corte realista,
hubo algunas rarezas y excepciones como la incursión de Juan Antonio Bardem en
el cine de aventuras con su versión de La
isla misteriosa (1972)
Ciertamente el género más destacado de la cinematografía
española es estos años fue la comedia y el drama de corte realista, pero el cine
de genero fantástico y de terror tuvo en estos años un extraordinario auge
gracias en gran medida a la venta al extranjero de estas películas. Muchas de
ellas iban acompañadas de un erotismo que, como ya comprobara la productora
británica Hammer, casaba perfectamente con el género de terror.
Aparecieron figuras
como el director Jesús Franco, el actor y también director Jacinto Molina más conocido
como Paúl Naschy, Amando de Ossorio,
Carlos Aured y otros que de forma intermitente tocaron el género fantástico. En
la mayoría de los casos se trataba de películas de bajo presupuesto, rodadas en
poco tiempo, con mucha imaginación, y unos efectos especiales que debían ser
imaginativos y baratos.
Uno de los mas destacados
es sin duda Eugenio Martín que con "Pánico
en el transiberiano" (1972)
consiguió llegar a un nivel excepcional rodando una película con casting
internacional y una facturación propia de cualquier película británica o
americana de la época. Para ello contó con grandes profesionales como Julián Ruiz que realizó unos escalofriantes
efectos de maquillaje. Pablo Pérez estuvo
a cargo de los efectos especiales y Ramiro
Gómez de la dirección artística. Como
director de fotografía, el experimentado Alejandro Ulloa supo sacar un gran
partido a los maquillajes decorados y
maquetas.
Para rodar los
planos del tren atravesando paisajes nevados, se utilizó un tren en miniatura.
Habia sido construido en Londres y traído
hasta los estudios que Philip Yordan tenía en Daganzo. Se utilizó para la
película Pancho Villa, también de
Eugenio Martín. Los productores quisieron sacarle partido a los decorados del
interior del tren y la magnifica maqueta y así nació la idea de Pánico en el transiberiano. Allí se tendió la línea férrea y se
construyeron los paisajes nevados a escala.
El tren se movía en ambas direcciones a
control remoto, tenía luces en su interior, y la locomotora podía echar humo y
sonaba el silbato. Según nos contó Eugenio Martín, "era como un juguete,
podías manejarlo a tu gusto y eso facilitó enormemente el rodaje" Al final
el tren, con el monstruo de otro planeta, es conducido a una vía muerta y
cae por un precipicio.
Tras el rodaje en
Daganzo de "Pánico en el
transiberiano" la maqueta del tren quedó allí junto con la del barco
de "Krakatoa" y parte de un
decorado de pueblo del oeste. Cuando Juan
Piquer compró los terrenos y el poblado a mediados de los setenta,
utilizó algunas de aquellas maquetas para sus películas como veremos más
adelante.
Una de las películas
que marcaron aquella época creando un personaje mítico y toda una saga, fue "la Marca
del hombre lobo" 1968, y "La
noche de Walpurgis" (León Klimovsky, 1971).Jacinto Molina, bajo el seudónimo de Paúl Naschy, creó el personaje de Valdemar Daninsky, el hombre
lobo, dando así comienzo a una larga, irregular pero fructífera carrera,
siempre a contracorriente. Pero que finalmente le llevó a conseguir un
reconocimiento internacional. Paúl Naschy con tres diferentes caracterizaciones de licántropo.
Aparte del hombre
lobo, llevó a la pantalla otros personajes míticos de terror como la
momia en "La venganza de la
momia"(1975) o personajes propios, partiendo de otros ya conocidos
como en "El jorobado de la
morgue" (1972).
En estas
películas aparecen a menudo efectos de
maquillaje y caracterización que eran requeridos en el cine habitual o
costumbristas, dando oportunidad a los
técnicos y artistas de crear efectos en muchos casos improvisados y concebidos con grandes dosis de ingenuidad e
imaginación. Julián Ruiz realizo infinidad de estos efectos, con mutilaciones y
cabezas cortadas. Maquilladores como Adolfo ponte, Miguel Sese, Carmen Martín,
Romana Gonzáles, Fernando Florido o Carlos Paradela realizaron excelentes trabajos en muchas
ocasiones con medios muy escasos. En los
efectos especiales destacaban los talleres de Manuel Baquero, y Antonio Molina,
y más adelante la cooperativa Cinefec, creando explosiones, disparos, lluvia,
fuego y otros efectos mecánicos y atmosféricos realizados por técnicos como
Alfredo Segoviano, Juan Ramón Molina, Antonio Parra, Fernando Pérez, José
Antonio Balandin, Pablo Pérez, Reyes Abades, etc.
Jorge Grau, como
Eugenio Martín, fue otro francotirador y artesano del cine que igual dirigía una
comedia como una de terror o dramática. En el género fantástico dejó igualmente
algunos títulos muy estimables y entre ellos destaca "No profanar el sueño de los muertos" (1974) Los
efectos especiales fueron de Antonio Balandin y Guianetto de Rossi por la
parte italiana. Ganaron el premio a los efectos especiales en el Festival de Sitges
de 1973. Jorge Grau conversa con
Gianetto de Rossi sobre el ataque de los zombis a la recepcionista de la Morgue. Los actores
destrozando la prótesis de pecho de la actriz.
Juan Piquer Simon después de
años de experiencia haciendo publicidad para televisión, se pasa al mundo de
los largometrajes con "Viaje al
centro de la Tierra"
1977. Tras el éxito de esta película siguieron otras llenas de efectos
especiales como "Supersonic
Man" 1978, la primera película española en la que se usó la técnica de
"Front Projection".
Francisco Prosper con su equipo de
construcción de decorados compuesto por escayolistas, carpinteros, pintores y
escultores, estuvo a cargo no solo de los decorados sino de las maquetas corpóreas,
monstruos y el diseño de los efectos visuales, tarea que compartió
con Emilio Ruiz.
Setas y conchas de
tortugas en miniatura colocadas en primer término encajadas con las construidas
a tamaño real al fondo.
En la película "Viaje al centro de la Tierra" se
utilizaron todo tipo de efectos mecánicos, lluvia, fuego, explosiones etc...
a cargo de CINEFEC, una cooperativa creada por varios técnicos de efectos.
Entre ellos, Antonio Parra y Antonio Balandin.
Modelado en barro
de los dinosaurios.
Tras el éxito de
esta película siguieron otras llenas de efectos especiales como
"Supersonic Man" 1978, la primera película española en la que se usó
la técnica de "Front Projection".
También se
utilizaron gran cantidad de maquetas.
Cohetes,
naves espaciales, submarinos, barcos y helicópteros en miniatura destinados en
la mayoría de los casos a ser destruidos por los técnicos de efectos de Cinefec.
Rodaje de una
maqueta con ovni para "Supersonicman" (1978)
Amando De Ossorio, director y guionista
de varias películas de género fantástico, entre ellas la saga de los
templarios, había trabajado con
anterioridad en algunas producciones como técnico de efectos especiales.
Estos son algunos de los diseños hechos por él mismo para sus películas de los
templarios.
En la foto, Amando de Ossorio
con uno de los caballeros templarios de sus películas.
En la otra foto, una imagen de El buque maldito.
En la otra foto, una imagen de El buque maldito.
Como
ya hemos mencionado, era habitual en estas películas las escenas de erotismo. Torturas, sacrificios
rituales y asesinatos de chicas jóvenes y atractivas solían ir
precedidos de las ineludibles escenas de destape forzoso en las que la ropa de las
victimas terminaba hecha jirones dejando al descubierto sus encantos femeninos.
Resultaba casi imposible ver una película de
zombies, vampiros, hombres lobos, brujería o satanismo sin las consabidas
escenas de desnudos y erotismo. Es cierto que este hecho fue uno de los causante
del tremendo éxito de estas películas y terminó siendo una marca del cine de
terror.
En la noche de los Brujos (Amando de Osorio
1973) Bárbara Rey después de ser desnudada a latigazos es decapitada y
convertida en bruja. Los efectos especiales fueron de Jesús Iglesias y los de
maquillaje de Miguel Sese.
La mayoría de las
películas de terror y fantasía de estos años, fueron rodadas con pocos medios.
Sin embargo, en algunas se encuentran muestras de la solvencia con que los
técnicos de efectos especiales y de maquillaje solucionaban los problemas
presupuestarios.
A
finales de los setenta se independiza del taller de efectos especiales Cinefec
un joven Reyes Abades, que comienza así su carrera en solitario después de
haber trabajado durante años en varios talleres de efectos siendoayudante
de profesionales como Antonio Balandín o Antonio Molina y colaborando en
películas extranjeras con técnicos de la talla de Kit West o Bill Warrington.
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