viernes, 28 de junio de 2013

Libro de Colin Arthur, criaturas, maquillajes y efectos especiales


Retomando el hilo de los libros,  es necesario mencionar que recientemente  ha salido a la venta uno dedicado al escultor británico de efectos especiales Colin Arthur.
Publicado por Pigmalion y la asociación “Colmenar viejo, tierra de cine” y escrito por Víctor Matellano.  Este autor es ya un veterano  en la publicación de libros sobre cine con los que ha repasado sus géneros favoritos, como “Spanish Horror”  “Clint Dispara, la trilogía de Sergio leone” y ha homenajeado a algunos técnicos de demostrada valía, como el director de arte Gil Parrondo, la diseñadora de vestuario Yvone Blake y ahora el técnico de efectos Colin Arthur. 

La trayectoria de Colin comienza cuando trabajaba como escultor en el museo de madame Tussaud, el museo de figuras de cera más prestigioso del mundo. Cuando el maquillador británico Stuart Freeborn se encontró con el reto de crear los monos de 2001 odisea del espacio, acudió al taller de escultura de madame Tussaud en busca de colaboradores y  allí encontró a Colin Arthur que se embarcó sin pensarlo en la insensata aventura del cine, de la que aún no ha conseguido escapar. Desde entonces ha trabajado en todo tipo de películas, desde grandes producciones (Alien, Conan, La Historia interminable) hasta películas de bajo presupuesto ( Al filo del hacha, la mansión de Chutlhu) y cortometrajes. 

                                             Colin fue responsable de pintar la serpiente gigante de Conan.
                                        La cabeza falsa que hizo Colin de Ian Holm para ser quemada en Alien.

                                           Maquillaje de Colin para La mansion de Chutlhu.

 En dicho  libro podéis encontrar una revisión bastante precisa de la carrera de este artesano de los efectos, tanto en las películas rodadas en el extranjero (Allan Quatermain y la ciudad perdida del oro en Sudáfrica, Chernobyl en Rusia) como las filmadas en España ( El imperio del Sol),  y las numerosas colaboraciones con la cinematografía española ( La grieta,  Abre los ojos) Si no he mencionado sus trabajos con Ray Harryhausen ha sido porque ya en el pasado artículo hablé de las películas de Colin y Harryhausen.  


Colin y Sergio Hernández con uno de los monstruos en barro de La grieta.(Foto de S. Hernández) Goya a los mejores efectos especiales.
Maquillaje de Colin para Abre los ojos, nominado al Goya al mejor maquillaje.
El texto está salpicado de anécdotas que el propio Colin ha ido desgranando en las entrevistas con Víctor Matellano, y abundantemente ilustrado con fotos a color y en blanco y negro. Son 255 páginas  en las que se descubren  algunos secretos de la vida y obra de  un escultor que se zambulló en el mundo del cine lleno de ilusión, ganas de aprender, divertirse y experimentar. Puedo dar fe, que con los años, esa forma de ser no ha cambiado para nada y Colin Arthur actualmente sigue siendo un loco ingenuo capaz de involucrarse en los más disparatados proyectos si  encuentra en ellos la chispa que despierte su insaciable sed de “hacer cosas nuevas”.

Uno de esos últimos retos ( no de los disparatados) se lo ha presentado el debut como director de largometrajes de Víctor Matellano que con su película de terror Wax (2013) le proporciona la oportunidad de crear algunos efectos de maquillaje, como la cabeza falsa del actor Jack Taylor y otros efectos sangrientos.  La película que se encuentra en fase de posproducción, esperemos que se estrene en breve.En la foto Victor Matellano y Colin con la cabeza falsa de Jack Taylor

El fin de semana pasado se le brindó un homenaje en la madrileña sala artistic metropol, en la que Víctor Matellano hizo una breve presentación del libro y se le concedió una butaca de honor pocos minutos antes de la proyección de la película “El abominable Doctor Phibes” en la que Colin realizó la mascara de Vincent Price entre otros trabajos de maquillaje.
 La ocasión fue perfecta para reunirnos algunos antiguos trabajadores del equipo de Colin  homenajeando así a nuestro mentor. Estaban allí Lucas Martín, Oscar Aparicio, Antonio Garcinuño, Sergio Hernández y un servidor.  Algunos llevábamos años sin vernos y fue todo un festín de recuerdos con el maestro.
Evidentemente, ya que tanto Antonio Garcinuño como yo trabajamos varios años con Colin, en nuestro libro de efectos especiales hacemos un análisis de sus trabajos realizados en España desde principios de los años 90, cuando abre su taller en Paracuellos de Jarana, Madrid.

Dejando de lado las evocaciones al pasado, el magnifico libro de Víctor Matellano queda como un ejemplo a seguir con muchos otros profesionales del medio, que a menudo han visto terminar su carrera en el más absoluto de los anonimatos.



El libro está a la venta en librerías especializadas. Podéis buscar información en la página de la editorial Pigmalion.

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