Retomando el hilo de los
libros, es necesario mencionar que
recientemente ha salido a la venta uno
dedicado al escultor británico de efectos especiales Colin Arthur.
Publicado por Pigmalion y la asociación
“Colmenar viejo, tierra de cine” y escrito por Víctor Matellano. Este autor es ya un veterano en la publicación de libros sobre cine con
los que ha repasado sus géneros favoritos, como “Spanish Horror” “Clint Dispara, la trilogía de Sergio leone”
y ha homenajeado a algunos técnicos de demostrada valía, como el director de
arte Gil Parrondo, la diseñadora de vestuario Yvone Blake y ahora el técnico de
efectos Colin Arthur.
La trayectoria de Colin comienza
cuando trabajaba como escultor en el museo de madame Tussaud, el museo de
figuras de cera más prestigioso del mundo. Cuando el maquillador británico
Stuart Freeborn se encontró con el reto de crear los monos de 2001 odisea del espacio, acudió al
taller de escultura de madame Tussaud en busca de colaboradores y allí encontró a Colin Arthur que se embarcó sin
pensarlo en la insensata aventura del cine, de la que aún no ha conseguido
escapar. Desde entonces ha trabajado en todo tipo de películas, desde grandes producciones
(Alien, Conan, La Historia
interminable) hasta películas de bajo presupuesto ( Al filo del hacha, la mansión de Chutlhu) y cortometrajes.
Colin fue responsable de pintar la serpiente gigante de Conan.
Maquillaje de Colin para La mansion de Chutlhu.
En dicho
libro podéis encontrar una revisión bastante precisa de la carrera de
este artesano de los efectos, tanto en las películas rodadas en el extranjero (Allan Quatermain y la ciudad perdida del
oro en Sudáfrica, Chernobyl en Rusia)
como las filmadas en España ( El imperio
del Sol), y las numerosas
colaboraciones con la cinematografía española ( La grieta, Abre los ojos) Si
no he mencionado sus trabajos con Ray Harryhausen ha sido porque ya en el
pasado artículo hablé de las películas de Colin y Harryhausen.
Colin y Sergio Hernández con uno de los monstruos en barro de La grieta.(Foto de S. Hernández) Goya a los mejores efectos especiales.
Maquillaje de Colin para Abre los ojos, nominado al Goya al mejor maquillaje.
El texto está salpicado de anécdotas
que el propio Colin ha ido desgranando en las entrevistas con Víctor Matellano,
y abundantemente ilustrado con fotos a color y en blanco y negro. Son 255 páginas en las que se descubren algunos secretos de la vida y obra de un escultor que se zambulló en el mundo del
cine lleno de ilusión, ganas de aprender, divertirse y experimentar. Puedo dar
fe, que con los años, esa forma de ser no ha cambiado para nada y Colin Arthur
actualmente sigue siendo un loco ingenuo capaz de involucrarse en los más
disparatados proyectos si encuentra en
ellos la chispa que despierte su insaciable sed de “hacer cosas nuevas”.
Uno de esos últimos retos ( no de
los disparatados) se lo ha presentado el debut como director de largometrajes
de Víctor Matellano que con su película de terror Wax (2013) le proporciona la oportunidad de crear algunos efectos
de maquillaje, como la cabeza falsa del actor Jack Taylor y otros efectos
sangrientos. La película que se encuentra
en fase de posproducción, esperemos que se estrene en breve.En la foto Victor Matellano y Colin con la cabeza falsa de Jack Taylor
El fin de semana pasado se le
brindó un homenaje en la madrileña sala artistic metropol, en la que Víctor
Matellano hizo una breve presentación del libro y se le concedió una butaca de
honor pocos minutos antes de la proyección de la película “El abominable Doctor Phibes” en la que Colin realizó la mascara de
Vincent Price entre otros trabajos de maquillaje.
La ocasión fue perfecta para reunirnos algunos
antiguos trabajadores del equipo de Colin
homenajeando así a nuestro mentor. Estaban allí Lucas Martín, Oscar
Aparicio, Antonio Garcinuño, Sergio Hernández y un servidor. Algunos llevábamos años sin vernos y fue todo
un festín de recuerdos con el maestro.
Evidentemente, ya que tanto Antonio
Garcinuño como yo trabajamos varios años con Colin, en nuestro libro de
efectos especiales hacemos un análisis de sus trabajos realizados en España
desde principios de los años 90, cuando abre su taller en Paracuellos de Jarana,
Madrid.
Dejando de lado las evocaciones
al pasado, el magnifico libro de Víctor Matellano queda como un ejemplo a
seguir con muchos otros profesionales del medio, que a menudo han visto
terminar su carrera en el más absoluto de los anonimatos.
El libro está a la venta en librerías
especializadas. Podéis buscar información en la página de la editorial Pigmalion.
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