Hace poco menos de un mes que
falleció Ray Harryhausen, uno de los maestros indiscutibles en el mundo
de los efectos especiales. La
influencia que ha dejado en varias
generaciones de aficionados y
profesionales es indiscutible. Pero no
es ese el tema de este pequeño articulo.
He decidido escribir un resumen
de la trayectoria de Harryhausen en nuestro país y de la aportación de técnicos
españoles.
Llegó a España por primera vez en 1957 en busca de nuevos
escenarios y localizaciones para Simbad
y la princesa, y aquí encontró también a grandes técnicos y artistas que
colaboraron en sus siguientes películas. En nuestro libro, hacemos un detallado
análisis de los trabajos de Harryhausen en España haciendo especial hincapié en los profesionales españoles que
trabajaron con él. En este artículo voy a repasar algunos de ellos a modo de
homenaje a la figura de Harryhausen y
del trabajo, casi siempre desconocido, de sus colaboradores.
Simbad y la princesa (1958) fue su primera película rodada es España,
con Gil Parrondo como director de arte y José Algueró como decorador. En la
construcción de decorados y elementos de atrezzo Francisco Prosper a la cabeza
de un nutrido grupo de pintores ye escultores. Entre ellos Emilio Ruiz del Río
pintando los forillos, y Salvador Debón o Vicente Luna como escultores. Manuel
Baquero se encargó de los efectos especiales mecánicos. Efecto de humo y Huevo
gigante, trabajo de Baquero y de Prosper.
La isla misteriosa (1961) se rodó también en localizaciones
españolas y en los estudios Sevilla films, donde de nuevo Parrondo y Prosper
diseñaron y construyeron los decorados y maquetas como el de la gruta secreta
donde se esconde el Nautilus. Tanto en la anterior como en esta, Manuel
Baquero fue el responsable de los efectos mecánicos y atmosféricos. Tampoco debemos olvidar que Eugenio Martín
trabajó como ayudante de director en las tres películas, más adelante pasó a
dirigir películas tan conocidas como Pánico
en el transiberiano (1972)
Decorados en las playas de la Costa Brava y volcán
en miniatura en estudios Sevilla Films, Madrid.
Aunque rodada en suelo español
(islas Canarias), Hace un millón de años
(1966) es una película en la que no hubo
ningún trabajo reseñable por parte de españoles, ya que el equipo principal estuvo formado por Ingleses.
Las dos siguientes películas de Harryhausen
se rodaron una en Italia y otra en Inglaterra. Volvió a España para rodar El valle de Gwangi (1969) Gil Parrondo estuvo
una vez mas a cargo de la dirección de
arte, con Toni Pueo como diseñador de vestuario y Carlos Gil como ayudante de dirección.
Francisco Prosper y si equipo de artistas se encargaron de construir decorados
y atrezzo especial entre el que cabe destacar algunos dinosaurios a tamaño real
para planos cortos.
Gwangi en un escenario en miniatura de Prosper y una versión del dinosaurio a tamaño real
recortada en silueta y pintada para planos generales.
Su siguiente película es una de
las más populares de su carrera, El
viaje fantástico de Simbad (1973) En
este caso la dirección de arte estuvo a cargo de Fernando González con Julián
Mateos como ambientador y Benjamín Fernández como ayudante. Prosper de nuevo
realizó los decorados y unas excelentes maquetas, algunas de las cuales fueron
combinadas con actores reales o insertadas en localizaciones por Harryhausen en
los laboratorios de Londres.
En esta ocasión Emilio Ruiz pintó
dos maquetas en chapa recortada, rodadas en directo con los actores. Algo
inusual en las películas de Harryhausen que siempre había preferido usar a técnicos
británicos de matte painting.
También en el apartado de los
efectos de maquillaje cabe destacar a José Antonio Sánchez que realizó una excelente
caracterización de envejecimiento en el personaje del mago Kohura, y el trabajo
del británico Colin Arthur en la creación de la mascara y maquillaje del
Visir. Colin se establecería mas
adelante es España donde trabajo durante más de dos décadas. Maqueta de Emilio
Ruiz y maquillaje de José Antonio Sánchez.
Con Simbad y el ojo del tigre (1977) quiso repetir el éxito de la
anterior, aunque esta última no fue tan afortunada. Rodada en parte en España y
en Malta, debido fundamentalmente a la progresiva escalada de precios que hacían de España en aquellos años un
lugar no tan rentable como lo había sido durante las décadas anteriores. De
todas formas, repitieron Fernando González en los decorados y Prosper en construcción.
Colin Arthur realizó entre otras la armadura del gigante dorado Minoton para
ser usada en algunos planos por un enorme actor ingles, que poco después hizo de Chewaca en la película
de George Lucas La guerra de las
galaxias.
Una foto del gigante Minoton de
Colin Arthur. Cedida por Marisa Pino.
La ultima película de Harryhausen,
Furia de Titanes, se rodó fundamentalmente en Inglaterra, en los estudios Pinewood y los
exteriores en Italia y España (Málaga y Almería) Fernando González colaboró en el equipo de dirección artística.
Colin Arthur realizó el magnifico maquillaje del personaje Calibos, así como un
traje a tamaño humano del Kraken para ser vestido por un submarinista y rodar
así algunas escenas del monstruo bajo el agua.
Foto de Colin y su esposa por
entonces Marisa Pino con el traje del Kraken y la caracterización de Calibos
por Colin.
Como hemos podido ver la mayor
parte del trabajo de españoles en las
películas de Harryhausen fue en el
departamento de arte, decorados, vestuario y atrezzo. También en los efectos
mecánicos y en maquillaje. Aunque evidentemente las criaturas de Ray eran las
grandes protagonistas. Quizás las dos
personas que en más ocasiones colaboraron con él fueron Gil Parrondo y
Francisco Prosper. Aunque también cabe destacar el trabajo de especialistas
españoles como Miguel Pedregosa o Juan Majan que aportaron su granito de arena
a la creación de aquellas maravillosas
películas de fantasía.
Domingo
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