Pablo Pérez, una vida dedicada a los efectos
especiales
Pablo Pérez Muñoz fue uno de los pioneros de los efectos especiales en el cine español. En los años cuarenta aún no existían en los estudios de cine españoles departamentos específicos para crear los efectos especiales. Esta era un labor que se repartían entre el departamento de arte, donde carpinteros, constructores, pintores y demás artesanos hacían maquetas, muebles y paredes falsas para ser destruidas, etc. Mientras que en el departamento de fotografía se encargaban de los trucajes ópticos y fotográficos. Cuando había que hacer una lluvia o una nevada, siempre había algún atrecista manitas que se encargaba de eso menesteres. Entre los primeros que comenzaron a hacer estos trabajos, estaban también los hermanos Antonio y Manuel Baquero. No sabemos exactamente cuando comenzó Pablo Pérez en el mundo del cine, probablemente a finales de los cuarenta o principios de los cincuenta. Trabajaba como profesor y aunque no tenemos constancia de cómo fue su inicio en el cine, si sabemos que comenzó haciendo maquetas. Algo a lo que era muy aficionado y en lo que tuvo oportunidad de lucirse en muchas ocasiones. Uno de los primeros títulos en los que tenemos certeza que trabajó fue en Todos somos necesarios, (1956, José Antonio Nieves Conde) película en la que colaboró en la realización de la maqueta del tren y el paisaje nevado en miniatura.
En la imagen superior se ve a Pablo Pérez
a la derecha trabajando en la maqueta del tren. Abajo una imagen de la película.
Cuando comenzaron
llegar las producciones extranjeras a España a mediados de los años
cincuenta, se crearon los primeros
talleres de efectos especiales, bajo la supervisión de experimentado técnicos ingleses y americanos como Cliff Richardson, Bill Warrington, Alex
Weldon. Pablo Pérez fue uno de los
primeros que comenzó a trabajar en los departamento de efectos especiales de
los americanos junto con los hermanos Baquero, en películas
como Orgullo y pasión (1957, Stanley
Kramer) o Salomón y la reina de Saba
(1959, King Vidor)
Pablo Pérez en el rodaje de Salomón y Saba.
Poco
después Samuel Bronston desembarcó en suelo español, con su grandes producciones y contrató
a Alex Weldon, un veterano de los
efectos especiales, como jefe del departamento en todas sus producciones. Pérez
fue su mano derecha durante los años de Bronston.
En aquel equipo entraron una gran cantidad de jóvenes, como Basilio Cortijo,
Fernando Pérez, Antonio Parra, Antonio Bueno,
y los mencionados Antonio y Manuel Baquero. Toda aquella generación aprendió de los
técnicos extranjeros trabajando en aquellas grandes producciones como Rey de reyes (1960, Anthony Mann)
El Cid (1961, Anthony Mann), 55 días en Pekín (1962, Nicholas Ray) o
El fabuloso mundo del circo (1964)
Henry Hathaway) y otras como Lawrence de
arabia (1962) o Doctor Zhivago
(1965) de David Lean. Luego llegaron los
italianos y las coproducciones europeas que también dieron mucho trabajo a los técnicos
de efectos especiales con westerns, películas bélicas, de piratas, espías,
etc.
Pablo enseñando a un especialista a manejar
el arco en el rodaje de El Cid (1961)
Pablo Pérez fue uno de los primeros españoles en abrir su taller de efectos especiales independiente de los americano. Aunque no tenemos información suficiente para corroborar la fecha, ya en el año 1960 aparece en los títulos de crédito de una película española como responsable de los efectos especiales María, matrícula de Bilbao (1960, Ladislao Vajda) y en otras películas españolas como A hierro muere (1962, Manuel Mur Oti) o Los chicos con las chicas (1967, Javier Aguirre)
Entre
medias siguió trabajando con los extranjeros en películas como: La batalla
de las Ardenas (1965, Ken Annakin) El
largo día del águila (1969, Enzo Castellari) o Nicolás y Alejandra (1971, Franklin Schaffner) o Marco Antonio y Cleopatra (1972,
Charlton Heston)
Titulas de inicio de Marco Antonio y Cleopatra (1972) donde aparece
por primera vez como jefe de efectos en una producción americana.
Pablo y algunos miembros de su equipo sentados
sobre bombas de atrezo en el rodaje de La
batalla de Inglaterra (1969)
A
lo largo de los años setenta su filmografía se dispara trabajando en producciones americanas como Los tres mosqueteros (1973, Richard
Lester) o Sinbad y el ojo del tigre (1977, Sam Wanamaker) pasando por coproducciones europea
a como la hispanos-alemana El valle de las viudas (1975, Volker
Vogeler) o producciones españolas de todos los géneros; Pánico en el Transiberiano (1972, Eugenio Martín) o Inquisición (1977, Paul Naschy) de
terror, y comedias como: Los pecados de una chica casi decente
(1975, Mariano Ozores) o Madrid, costa Fleming (1976, José María Forqué)
Dos fotos de ensayos de la flotabilidad en Almería del barco construido para Sinbad y el ojo del tigre (1977)
Ya
en los años ochenta, su actividad comienza a disminuir y se centra en películas
nacionales, realizado efectos para
comedias del productor José Frade como
Cristóbal Colón, de oficio
descubridor (1982, Mariano Ozores) o La Hoz y el Martínez (1985, Álvaro Sáenz de Heredia) También en películas dramáticas como Mar Brava
(1983, Angelino Fons) o La mitad del
cielo (1986, Manuel Gutiérrez Aragón) y colaborando asimismo en varias
series producidas por Radio Televisión Española como Las
Picaras o Sonatas , ambas de
1983. Durante los años setenta y ochenta, trabajan en el taller de Pablo Pérez, varios técnicos de efectos especiales como Tomas Urban, Fernando Pérez Escurra, o Francisco García.
Se retira del cine a medianos de los ochenta y
se dedica plenamente a dirigir un
restaurante que había adquirido a mediados de los setenta en la zona norte de Madrid. Falleció en el mas absoluto anonimato como muchos otros profesionales del cine dejando tras de sí innumerables títulos
míticos de películas de todos los géneros y nacionalidades. Uno de esos grandes
profesionales que pasó casi sin
reconocimiento público y que desde este Blog queremos recuperar.
Muchas
gracias a su hija Paloma por la información y material gráfico que nos ha
cedido para este breve artículo.
Pablo Pérez a la derecha junto a Alex
Weldon supervisor de efectos de las películas de Samuel Bronston.
Muy interesante, Domingo. Felicidades por tus investigaciones. y ánimo.
ResponderEliminarGracias por Compartir , Surle pasar que se desconoce la trayectoria de los Grandes Tecnicos de Cine entre la Poblacion espectadora . Entre Tecnicos y sus Familia es mas comun , creo estos datos son de gran motivacion e impulso para nuevas Generaciones de Tecnicos en las difts Ramas de la Cinematografia Mundial . Antonio Mata Jr ( Jefe de Utileria / Prop Master . Mexicano .
ResponderEliminarDomingo, gran trabajo. Trabajo en la Filmoteca Española (Miguel Toribio López) y me gustaría contactar con su hija Paloma para poner algo de luz Pablo Pérez y sobre nuestro cine
ResponderEliminarBuenos días, le escribo porque estoy intentado localizar a un profesional delos efectos especiales que construía pequeñas (o grandes) maquetas que a veces, colocaba en postes, para tapar fondos (por ejemplo, en películas históricas y así eliminar edificios actuales o construcciones o perfiles de ciudades) y que se hizo muy considerado por esta manera tan original de trabajar. Creo que era español, no lo recuerdo bien. Sólo recuerdo haber visto en RTVE un documental con su técnica y era un verdadero genio.
ResponderEliminarLa info es para mi hija, estudiante de Animación actualmente, a quien he hablado de este hombre pero nadie en su clase, ni siquiera los docentes, le conocen.
Muchas gracias por su ayuda, un saludo