Maquetas pintadas en cristal en el cine español / Matte paintings "made in Spain"
16/10/2020. Domingo
Lizcano.
Años antes de comenzar a trabajar como profesional en el mundo de los efectos especiales para cine y televisión, era ya un gran aficionado a los trucajes conocidos como "matte painting". Los conocía por varios documentales y making of de películas americanas como la trilogía de La guerra de las galaxias, y publicaciones como Cinefex o Starlog. La primera película en la que trabajé tuve la suerte de coincidir con el gran pintor de maquetas Emilio Ruiz del Rio que realizó una pintura en cristal para la película de terror La mansion de Cthulhu (1991). Mi interés en estos trucos de maquetas pintadas en cristal se fue incrementando con los años según fui descubriendo los numerosos ejemplos de estos trucajes usados en el cine español. Esta técnica ha caído en el olvido y la artesanía de pintar con pinceles y pintura acrílica y oleo sobre un cristal, ha sido reemplazada por las modernas técnicas de pintura y retoque fotográfico digitales.
Pero empecemos por el termino en ingles para describir este tipo de trucajes, que es "matte painting". Una traducción literal seria pintura mascara, pero más bien debería ser pintura con enmascaramiento. ya que de eso se trataba cuando se creó esta denominación. Haciendo un poco de historia hay que remontarse al año 1907 cuando el artista americano Norman Dawn comenzó a hacer uso de la técnica conocida como glass shot ( plano con cristal) en la que se colocaba un enorme cristal a un par de metros frente a la cámara y se pintaba en este los elementos deseados. Podría ser un castillo , una ciudad, o cualquier elemento de paisaje o arquitectónico que resultase de difícil o costosa construcción a tamaño real. Durante años se utilizó esta técnica en el cine mudo con excelentes resultados.
Sketch explicativo del "Glas Shoot" de Norman Dawn.
Sin embargo en muchos casos resultaba complicado llevar a exteriores una gran lamina de cristal enmarcada en la que el artista debía trabajar a la intemperie pintando en el cristal los escenarios requeridos. Por eso varios artistas entre ellos Norman Dawn y otros como Ferdinand P. Earle o Walter Percy Day comenzaron a experimentar con otro sistema similar con el que poder trabajar tranquilamente en su estudio. Se trataba de fusionar el glass shot con el matte shot. Este ultimo era simplemente un truco de doble exposición en el que se bloqueaba una parte de lo filmado con una cartulina negra para bloquear la luz e impedir la exposición de la película en esa zona. Esta zona bloqueada o enmascarada en negro era donde debía ir la pintura de el elemento deseado. El artista podia ahora realizar la pintura en su estudio pintando en el cristal aquello que se integraría en el material rodado. La pintura y el escenario rodado anteriormente se podían juntar de diversas formas. Una era con la ayuda de un Optical printer (impresora óptica) que en términos sencillo era una maquina con una pantalla sobre la que se proyectaban las dos imágenes creando una sola que era a su vez filmada por otra cámara. La otra opción era conocida como "original negative" en la que se usaba el negativo original en el que se había rodado el escenario con la pintura enmascarada en negro y se filmaba la pintura realizada por el artista en esa misma película usando una máscara que tapase lo ya filmado y dejase libre el área previamente enmascarada que no había sido expuesta a la luz. De este modo se filmaba en el mismo negativo el escenario real y el pintado quedando todo expuesto en dos momentos diferentes pero en el mismo negativo.
Cualquiera de estas diferentes aproximaciones al mismo truco son perfectamente validas si se realizan con acierto. Hay grandes ejemplos de maquetas pintadas en cristal realizadas en las distintas técnicas.
En cuanto al cine español, también tenemos muchos ejemplos de estos trucajes. El termino matte painting no se ha usado en el cine español hasta recientemente con la llegada de los efectos por ordenador y los matte painting digitales. Durante años a los pocos artistas que realizaban estas trabajos se les llamaba simplemente pintores de maquetas o maquetistas. Aunque este último término es muy amplio ya que en él entran también los constructores de maquetas corpóreas (carpinteros, escayolistas, etc). Artistas especializados en maquetas pintadas en cristal ha habido muy pocos en el cine español, pero si de una calidad excelente. El más famoso de ellos es sin duda Emilio Ruiz del Rio, uno de los artistas más longevos de nuestro cine ya que trabajó en su especialidad desde el año 1942 hasta su muerte en el 2007, la friolera de 65 años.
En realidad Emilio Ruiz fue el único que llegó a especializarse completamente es esta disciplina artística y por lo tanto se convirtió durante varias décadas en el pintor de maquetas oficial del cine español. Maquetas corpóreas es otra cosa, ya que había muchos talleres de construcción y grandes maquetistas y decoradores que usaban esos trucajes. Pero este articulo está dedicado a las maquetas pintadas , generalmente sobre una luna de cristal aunque también se realizaron muchos trabajos sobre recorte de chapa de aluminio o madera.
Tuve la suerte de conocer, trabajar y disfrutar de una amistad con Emilio Ruiz, así como de haber tenido la posibilidad de conocer y charlar sobre el tema con Julián Martin el otro gran maquetista del cine español. En mis años de investigación para escribir el libro "Los alquimistas del séptimo arte" pude entrevistar a profesional del cine español que trabajaron con Pedro Schild otro de los grandes decoradores-pintores que trabajaron en nuestro cine, o con Antonio de Miguel un excelente pintor forillista que más tarde pasó a ser ayudante de director de arte y finalmente llego a ser director artístico. También él durante varios años pintó maquetas en cristal. En realidad en España, dado la limitada naturaleza de nuestra industria, no ha habido cabida para muchos más profesionales en esta técnica ya que con solo unos pocos había suficiente mano de obra para la escasa demanda de estos trucos. Gracias a la información recolectada en entrevistas a profesionales y a la continua búsqueda de las escasísimas menciones a estos trucos en libros y revistas de cine español he podido crear esta línea temporal cronológica en la que reconstituir una historia breve de las maquetas pintadas en el cine español.
He incluido también algunos trabajos realizado en películas en régimen de coproducción o incluso de producción extranjera siempre y cuando el artista fuese español. Por lo que he podido averiguar, aunque esta técnica comenzó a utilizarse en el cine americano en el año 1907 y en Inglaterra en 1919, en España no he encontrado ninguna película con este tipo de trucajes hasta el año 1940. Maquetas corpóreas evidentemente se habían usado muchas, ya desde el cine mudo cuando los pioneros como Fructuoso Gelabert y sobre todo Segundo de Chomón realizaron rodajes con maquetas y miniaturas. Pero no fue hasta después de la guerra civil cuando dos directores artístico extranjeros introducen dicha técnica en el cine español.
Pierre Schildnecht o Schildkneckt decorador ruso exiliado a Francia, había aprendido la técnica de pinturas en cristal (matte painting) cuando trabajó en Francia con el artista británico Walter Percy Day. En 1939 se traslada a España huyendo de la Segunda Guerra Mundial y es contratado en Barcelona por la productora UFISA, cambiando su nombre a Pedro Schild. Para la película La florista de la reina (1940) realiza el primer trucaje con pintura en cristal conocido en una película española.
Schild usó la técnica del "matte painting", es decir que enmascaraba la parte donde iría la maqueta al rodar el plano y la pintura la realizaba en su estudio, donde rodaba la pintura una vez terminada en la misma película usando el negativo original. Como ayudante suyo estaba Enrique Alarcón que fue testigo de la realización de dicho truco y de otros más con maquetas corpóreas y cuando Alarcón se estableció en Madrid poco después comenzó a usarlos en sus películas. Schild pasó sus primeros años en Barcelona cuando Alarcón se fue a Madrid, Schild tomo como su nuevo ayudante a Juan Alberto Soler, que también aprendió la técnica y que la puso en práctica en varias ocasiones, siendo él mismo quien realizase las pinturas.
De vuelta a Madrid y como decorador jefe, Enrique Alarcón utilizó las maquetas pintadas en cristal en películas como Eloisa está debajo de un almendro (1943) y El Clavo (1944). Alarcón contó para realizar las pinturas con Enrique Salvá que era en esa época uno de los mejores y más solicitados pintores de forillos del cine español. Alarcón le explicó la técnica de la pintura en cristal y este se animó a realizar los trucos en dichas películas. De este modo comenzó Enrique Salvá a pintar maquetas en cristal para Alarcón, y otros decoradores. Salvá tenía como ayudante a un jovencísimo Emilio Ruiz, recién salido de la escuela de bellas artes. Emilio Ruiz aprendió con Salvá a pintar forillos y maquetas en cristal, convirtiéndose rápidamente en un magnifico profesional de estos dos oficios.
Otro director artístico extranjero, el alemán Sigfrido Burmann, había diseñado los decorados de tres producciones españolas rodadas en los estudios alemanes UFA. Fue allí donde fue testigo de la utilización de los trucos de maquetas en primer término, tanto corpóreas como pintadas en cristal. Cuando volvió a España a finales de los años 30, comenzó a hacer uso de estos trucos. En varias películas utilizó maquetas corpóreas hasta que en 1944 probó por primera vez las maquetas en cristal. Burmann conocía a Enrique Salvá que era un magnifico pintor de forillos con el que había trabajado anteriormente. Le explicó cómo funcionaba el truco del cristal y Salvá se animó a intentarlo en la películas como Los últimos de Filipinas (1945)
Enrique Salvá utilizó la técnica de "Glass shot". Colocando un cristal frente a cámara y pintando en el cristal el elemento deseado encajándolo con el decorado o paisaje que se ve por cámara.
Durante los primeros años de la década de lo cuarenta en España había solo dos pintores de maquetas en cristal. Pedro Schild que pintaba para las películas en las que él era decorador jefe y también para otras en las que directores de arte amigos suyos le pedían que realizase sus trucos. Por otra parte estaba Enrique Salvá que pintaba forillos y maquetas con su joven ayudante Emilio Ruiz para Burmann, Enrique Alarcón y muchos otros decoradores.
En Barcelona, no había ningún pintor especializado en estas técnicas y fueron dos directores artísticos los que se decidieron a pintar ellos mimos en cristal para resolver las necesidades de producción.
Quien fue el primero no está muy claro y tampoco es importante. Alfonso de Lucas, comenzó su carrera en Madrid antes de la guerra civil. Tras la contienda, se va a Italia a estudiar escenografía y allí aprende la utilización de maquetas corpóreas y pintadas en cristal. Cuando vuelve a España en 1943, se traslada a Barcelona y comienza a utilizarlas, especialmente las maquetas de construcción corpórea. En el año 1948 realiza una pintura sobre cristal para Don Juan de Serrallonga y el año siguiente varias más para la producción El Hijo de la noche (1949) Alfonso de Lucas desarrolló el resto de su carrera profesional en Barcelona y utilizó en algunas ocasiones el truco de maquetas pintadas en cristal durante la década de los cincuenta.
Hemos visto ya que Pedro Schild, antes de trasladarse a Madrid, realizó varias películas en Barcelona con Juan Alberto Soler como ayudante. Este aprendió con Schild. la técnica de las maquetas en primer término. y las puso en práctica cuando fue necesario. También Juan Alberto se decidió a pintar en cristal en varias ocasiones en películas en las que él era el decorador, aunque aparentemente no lo hace hasta la década de los cincuenta.
En los años cincuenta en los estudios de Madrid, continúan pintando maquetas en cristal Pedro Schild y Enrique Salvá con Emilio Ruiz. Aunque casi siempre trabajaron en equipo, durante un par de años Salvá y Ruiz se separaron pintando forillos y maquetas cada uno por su lado. Los decoradores llamaban a uno o al otro para sus películas, pero se dio el caso de que Burmann que tenía en gran aprecio a ambos, no quiso elegir y les llamaba para que, en una misma película, uno pintase una maqueta y otro otra. Esto ocurrió por ejemplo en Alba de América (1951)
Las montañas del fondo fueron pintadas en cristal por Salvá y Ruiz para Orgullo (1955)
A mediados de los cincuenta, Salvá se va a Méjico donde trabaja en un Cabo de Hornos (1956) a su vuelta a España, sufre un accidente de coche y muere. Pedro Schild realiza sus últimos trabajos a finales de los años cincuenta y a principios de los sesenta se retira. Emilio Ruiz queda como el único profesional especializado en pinturas en cristal.
Aunque a finales de la década de los cincuenta aparece uno más. Enrique Alarcón utilizaba con mayor frecuencia las maquetas corpóreas que las pintadas, pero aun así solía emplearlas por su rapidez, eficacia y bajo coste, comparadas con las construidas en corpóreo. Durante años había trabajado con Salvá y Ruiz, pero tenía entre sus ayudantes a un excelente pintor de forillos, Antonio de Miguel y le animó a que realizase pinturas en cristal en la película ¿Donde vas Alfonso XII? (1958)
Aunque Antonio de Miguel nunca se especializó en esta técnica, si que realizó maquetas pintadas en cristal para varias películas de Alarcón y de otros decoradores sobre todo durante la siguiente década.
En los años sesenta las grande producciones americanas e inglesas llegaron a España, aunque casi nunca se realizaron maquetas pintadas en cristal para estas superproducciones. Donde Emilio Ruiz sí que desarrolló una gran actividad como pintor de maquetas fue para las coproducciones europeas especialmente italianas. Comenzó a utilizar asiduamente el recorte en chapa. Esta técnica es similar a la pintura en cristal, pero en vez de hacerlo en una luna trasparente difícil de transportar y peligrosa, Emilio pintaba sobre una fina chapa de aluminio que recortaba y sujetaba de forma horizontal por un lateral, o verticalmente ocultando la sujeción con una roca, un poste o un tronco. las primeras maquetas pintadas las realizo para películas como La revuelta de los Gladiadores (1958) o Las legiones de Cleopatra (1959) El productor italiano Italo Zingarelli le contrató para que pintase maquetas en sus películas, lo cual le abrió a Emilio Ruiz las puertas del mercado italiano, realizando así numerosos trabajos en películas de esta nacionalidad.
Durante los años sesenta Antonio De Miguel realiza algunas pinturas en cristal para películas sobre todo de Enrique Alarcón como Rocío de la Mancha (1963) o Cotolay (1967) y con otros decoradores como en Fray escoba (1961) Sin embargo Antonio de Miguel tenia la aspiración de ser director de arte y lo consiguió en la década de los años setenta, abandonando su trabajo como pintor de forillos y maquetas.
En Barcelona Juan Alberto Soler pinta maquetas en cristal para películas como Gaudí (1960) , El rapto de las sabinas (1963) o Toto de arabia (1965) . Su actividad profesional se desarrolla hasta finales de los años setenta, aunque en esa década no parece hacer uso de pinturas en cristal.
En la década de los setenta es muy probable que el único pintor de maquetas en España fuese Emilio Ruiz. No he podido encontrar ejemplos de estas maquetas realizadas por Antonio de Miguel durante esta década, y tampoco de Juan Alberto Soler o de Alfonso de Lucas en Barcelona.
También en esta decada trabajó Emilio Ruiz muy frecuentemente para Televisión Española en diversas series y programas.
Otro profesional que conocía perfectamente este truco era el constructor de decorados y maquetas Francisco Prósper. Este había realizado bastantes trabajos con maquetas corpóreas y más adelante en los años ochenta realizaría algunas pinturas en cristal. Es posible que en alguna ocasión, el mismo Prósper tomase los pinceles y realizase alguna pintura en cristal, como haría en los años ochenta.
En la década de los ochenta se anima un poco la cosa. Surge un pintor de maquetas en cristal. Julián Martin Benito "Julianin". Julián venía trabajando como pintor y forillista desde mediados de los años cincuenta, en más de una ocasión algún decorador le había animado a pintar en cristal, pero no fue hasta el año 1980 cuando lo intentó en la película Jalea real. A partir ese momento, comienza una exitosa labor como pintor de maquetas en cristal y chapa recortada a lo largo de dos décadas. Julianin realiza magnificas pinturas en cristal para películas como Los santos inocentes, (1984) Luces de bohemia (1986) , Remando al viento (1988) o la serie de televisión Teresa de Jesus (1984)
Por su parte Emilio Ruiz, comienza a finales de los setenta a intercalar trabajos con maquetas corpóreas, pero continua igualmente pintando en cristal y chapa recortada. En 1982 trabajó en Conan el bárbaro donde realiza maquetas de ambas categorías. El productor Dino de Laurentiis requiere de sus servicios en otras grandes producciones como Dune o Conan el destructor, aunque en estas dos últimas no realiza maquetas pintadas sino corpóreas. Donde sí lo hace ese en películas de Juan Piquer Misterio en la isla de los monstruos (1981) o Los diablos del mar (1982) Asimismo realiza unas excelentes pinturas en chapa para la serie de televisión Miguel Servet (1989)
En esta década dos decoradores más se animan a realizar maquetas pintadas. uno de ellos Julio Esteban, lo hace obligado por razones presupuestarias. Trabajando en películas de bajo coste, es él mismo quien tiene que solucionar algunos problemas de escenografía y realiza maquetas pintadas para películas suyas como La loca historia de los tres mosqueteros (1983) o Cuando Almanzor perdió el tambor (1984)
Ya hemos comentado sobre Francisco Prósper, que en estos años realiza varias maquetas pintadas en cristal para películas como La biblia en pasta (1984), Tuareg (1984), Los alegres picaros (1987), o El complot del anells (1988)
Ya en la década de los noventa, el trabajo principalmente se lo reparten entre Emilio Ruiz y Julián Martin. El primero realiza varias pinturas en cristal para la serie de televisión Réquiem por Granda (1990), Golfus de Broma (1995), La niña de tus ojos (1998) y en Barcelona para la película Monturiol el señor del mar (1993)
Por su parte Julián Martin pinta maquetas para la serie La forja de un rebelde (1990) Historias del otro lado (1996) y películas como La hora de los valientes (1989) o La ciudad de los prodigios (1999)
Y cabe añadir una pequeña participación del director de arte Gonzalo Gonzalo que fue requerido para realizar una maqueta pintada en chapa para la película La vida láctea (1992). Gonzalo que había trabajado con Prósper y Emilio Ruiz conocía perfectamente la técnica y realizó una pintura para alterar una localización de un pueblo de Portugal.
También hay que reseñar una maqueta pintada en chapa que realizó el técnico británico afincado en España Colin Arthur. Aunque Colin es escultor y nunca había pintado una maqueta en chapa o cristal, si que conocía la técnica y cuando le preguntaron si podría hacer una maqueta pintada para la película El día nunca por la tarde (1994) respondió afirmativamente y pintó una extensión de costa en Peñiscola.
Pasado el año 2000 y con la llegada de las nuevas tecnologías digitales, la técnica de las pinturas en cristal fue decayendo. Julián Martín realizó alguna a principios de la década como en La dama de porto pi (2001) y Emilio Ruiz siguió pintando maquetas hasta su fallecimiento en 2007. Aunque fue requerido en pocas ocasiones como en El Florido pensil (2002), Soldados de Salamina (2003) y Luz de Domingo (2007)
Mas allá de esta fecha y que yo sepa, no se ha
vuelto a utilizar el truco de las pintura
en cristal más que de forma semi-documental.
Fernando Trueba en su película de género
"metacine" La reina de España, (2016) homenajea a Emilio Ruiz haciendo que aparezcan dos trucos de pintura en cristal
y chapa durante el rodaje de la película ficticia. Una de las pinturas ( la de
chapa recortada,) fue realizada por el pintor escenográfico Ramón.
Llamas.
A día de hoy no tengo seguridad de que alguien más haya realizado algún efecto especial parecido en los últimos años, al menos para largometrajes o series de televisión. Dentro del mundo de los cortometrajes es otra cosa y han debido hacerse algunas maquetas pintadas. Yo mismo he colaborado en dos cortometrajes con pinturas en cristal, aunque la composición se hizo digitalmente.
En la actualidad existen numerosos estudios de efectos visuales con artistas digitales especializados en "matte paintings" realizados con ordenadores y programas informáticos. Es por lo tanto muy improbable que volvamos a ver películas con pinturas en cristal al estilo tradicional.
Domingo Lizcano 11-2020