Basilio comenzó su carrera a mediados
de los años cincuenta trabajando en el departamento de arte como pintor. Cuando empezaron a llegar las producciones extranjeras,
Basilio se pasó al departamento de efectos especiales donde fue ganando
experiencia, hasta que en los años sesenta se convirtió en ayudante del maestro
de efectos americano Alex Weldon, con el que trabajó durante mas de veinte años
en numerosas películas rodadas en España y en el extranjero.
Basilio se sintió mas atraído por el trabajos de efectos
especiales que por su hasta entonces labores de pintor de decorados y forillos.
Trabajó en películas como Orgullo
y pasión (1957) o Salomón y la reina
de Saba (1956) En la foto un jovencísimo Basilio con Carlos Larrañaga en el
rodaje de Orgullo y Pasión.
Basilio con Weldon en los años
sesenta cuando este vino a supervisar los efectos de las películas producidas
por Samuel Bronston.
Bajo la tutela de Alex Weldon trabajaron la mayoría de los
técnicos españoles que comenzaban en aquellos años. Principalmente fueron Pablo
Pérez, los hermanos Manolo y Antonio Baquero y Antonio Molina. Basilio, compartió años de aprendizaje con muchos
otros de su generación como Antonio parra,
Antonio Bueno “Puchini”, Fernando Pérez o José Antonio Balandín.
Basilio con una de las espadas
que usaba Charlton Heston en el rodaje de El
Cid (1961)
Basilio en la maqueta de un pueblo costero de Indonesia, en la película Krakatoa (1969) que estuvo nominada a
los mejores efectos especiales aquel año.
Basilio se quedó trabajando
durante años con Weldon no solo en películas rodadas en España como La batalla de las Ardenas (1965), o Patton (1970) sino también se lo llevó por todo el mundo como ayudante. Trabajando
en películas como El día más largo (1962),
Papillon
(1973)
Basilio subido a la Orca se
resina de poliéster construida por el equipo de Weldon para Orca la ballena asesina (1978)
Junto a Peter Cushing durante el
rodaje de Misterio en la isla de los
monstruos (1981) primera colaboración de Basilio con Juan Piquer, con el
que repitió en varias ocasiones, incluidos dos películas con las que ganó el
Goya a los mejores efectos especiales, Slugs
(1988), y La grieta (1990)
Basilio preparando los hilos que
sujetaban los tentáculos y cabeza de una de las criaturas de la película La grieta.
Para dar vida a este monstruo, se necesitaban más
de una docena de personas, tirando de hilos de nylon que movían los tentáculos
de la criatura colocada en una maqueta en primer termino. Mientras los actores,
situados al fondo del decorado, simulaban
disparar al monstruo que en pantalla aparece gigante encima de ellos. Para crear este truco de perspectiva Piquer
contó con la experiencia y colaboración de
dos veteranos como Francisco Prosper y
Emilio Ruiz.
Basilio Cortijo, se retiró de los efectos especiales a
finales de los años 90, dedicándose entre otras cosas a una de sus primeras aficiones,
la pintura. Desde aquí le damos las
gracias por compartir con nosotros sus experiencias,
y dejarnos contar algunas de sus aventuras fílmicas.
Lo he conocido a los 91 años, que persona ran maravillosa, humilde, sencilla, con una sabiduría y una esperiencia de vida espectacular,
ResponderEliminarEs
ResponderEliminarSu padre y mi abuela hermanos, de Leganés
ResponderEliminarHace mucho que no le veo me he metido aqui para saber de él
Soy hija de su prima Carmen, mi abuela Vicenta que era su tía
Espero que se encuentre bien
Hoy 17de septiembre, he conocido, a Una persona, maravillosa, en L aranjuez, hombre sabio y educado, fue al sr, Basilio cortijo, Estaba predicando. Buenas.noticias, saludos. Felicidades a 104
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